cual sentimiento extinto
por un implacable fuego.
Estás tan frío,
cual espécimen perdido
en mi témpano de hielo.
Estás vacío,
tan vació como esos cuentos,
tus cuentos sin fundamentos,
donde no existía el tiempo,
y donde yació tu entierro.
Estás tan vivo,
como tus mentiras digan,
mientras tanto mi querido,
yo ya no soy una niña.
No vuelvas nunca a mi vida,
aunque a gritos te lo pida,
estás muerto, muerto, muerto,
y no creo que revivas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario