Odio cuando odio odiarte y te amo

tu maldita voz no me deja pensar lo que debo pensar...
cállate, cállate ya... para de hablar...
tu maldita voz no me deja pensar lo que quiero pensar...
sin embargo sigues hablando...
y hablando... y hablando... y hablando...
en un idioma que no comprendo... viendo hacia otro lado...
odio cuando finges que no existo...
odio cuando ves hacia otro sitio.... y yo estoy aquí...
llorando en silencio...
odio cuando me haces odiarte y sentir esto tan fuerte...
que a veces... a veces...
me hace querer odiar aquí en este momento...
durmiendo contigo...
durmiendo con el enemigo...

...y sin embargo

Y sin embargo a veces no puedes evitarlo...
y sin embargo a veces no puedes evitar sentirte un poco sola y melancólica...
y sin embargo después de tanto...
seguimos siendo los locos, los tontos, los ilusos de hace tanto...
hoy sólo sé que no quiero pensar... que no quiero creer...
que no sé que pasa lo que sé...

Tiempo muerto

(Ensayo sobre Amarillo fúnebre de David Olguin)

El tiempo que transcurre sin misericordia alguna de los pobres infelices que representan escenas de drama y comedia, la vida que pasa tan rápido, la llama que se extingue en un abrir y cerrar de ojos. El fugaz instante en el que la respiración se calma, el corazón se acelera para luego cesar el paso y dar lugar a aquel pálido y frío espectro, que nos espera del otro lado de la calle, disfrazada de mujer, detrás del volante de un auto.

David Olguín nos presenta a la muerte en sus distintas facetas, nos permite recorrer a su lado detrás de las letras de Amarillo Fúnebre, velatorios y funerarias de la ciudad de México. Nos deja conocer los rostros de una familia tan distinta, como todas, que va entretejiendo una fantástica historia a devorar.

David Olguín se esconde bajo el rostro de sus tres protagonistas, Sonámbulo, Serpiente y Taburete, nos presenta el tiempo y la muerte vista desde tres dimensiones. Nos vemos envueltos entre las páginas que acompañan la visión del mundo, de los viejos, de la familia y de la misma muerte.

Amarillo fúnebre nos remonta a esas horas tediosas en las que tenemos que alojarnos en nuestros pensamientos, mientras esperamos ansiosos porque termine el tan trillado velatorio. La muerte que se presenta dolorosa, imprevista, que nos arroja a sus manos frías y nos acaricia suavemente para dar fin a la vida a la que a veces buscamos aferrarnos tan fervientemente.

Despertamos de pronto sobresaltados por las pesadillas que nuestra mente nos ofrece, descubrimos envueltas tras un velo a la muerte, las mentiras y la vida, hábiles, coquetas, juguetonas y distraídas.

Ella está frente a nosotros, se desnuda, nos muestra su cuerpo perfecto, nos deja tocar su piel de serpiente, nos persigue y se nos ofrece. Ella finge que nos pertenece cuando juega a su antojo con nuestra mente. El color sepia palidece, y se vuelve un amarillo fúnebre que saluda en la calle Guerrero a la muerte.

Vamos descubriendo una conspiración real. La muerte nos vigila desde lejos con cada uno de sus distintos rostros femeninos, aunque al principio de los tiempos no hubiese sido hombre o mujer, en este tiempo se le apelara el calificativo femenino. A veces con impermeables amarillos, otras con largos vestidos oscuros.

Vemos de frente a la muerte que nos observa. Ella está ahí, la descubrimos en cada parada, en cada una de esas viejas funerarias, en cada funesta situación en que la tragedia nos hace participe. No desaparece, sus ojos siempre están fijos, como ese retrato colgado sobre la cama de la mujer que pende con esos ojos fijos en la nada, hermosamente muerta.

Un hombre dividido en tres. Historias funerarias que nos susurran al oído lo que esconden las lágrimas hipócritas, la falsa cordialidad, la locura misma que provoca el constante asecho de la muerte al verse descubierta, atrapada, enamorada. Vemos de frente algo que es tan cotidiano, algo tan trilladamente conocido, pero que a la vez nos va a atrapando. Somos parte de la concurrencia de esos velatorios, también estamos ahí, distraídos, distantes, a la expectativa.

Nos perdemos junto a un demente que busca desesperadamente en libros la respuesta que tanto necesita, nos vemos desde un ángulo despreocupado, otro un tanto hipócrita, ausente, distante. Nos sumimos en distintas cabezas que nos ofrecen escenarios distintos y a la vez deleitables.

La temporalidad de la conciencia. Un viaje a través del tiempo, una visión tridimensional, como ese mundo que se piensa en forma de pirámide. Unión de tiempos, tiempo muerto. David Olguín vive en la experiencia diseccionada de tres personajes que hilan una misma historia con vidas tan discordantes, tan distintas y distantes.

Alondra Vázquez

¡Vaya tiempo!

La persistencia de la memoria - Dalí

¡Vaya que este sitio a durado! ¡Ha vivido incluso más tiempo que aquellos fantasmas del pasado! Aunque sólo sea el vestigio que hace tiempo una joven soñaba con ser escritora y que ahora estudia Lengua y Literatura... creo.
Cada día descubro más mi pasión por las letras, cada nueva lectura que me atrapa, cada palabra, cada proyecto que llega para sacarme letras y letras a golpes. Y aunque apenas es el comienzo de un trayectoria que durará toda mi vida, vaya que se disfruta tanto, vaya que es tan placentero, como una droga que me atrapa, enviciándome de palabras sin sentido y de otras con rumbo fijo.
Gracias a quienes no me han perdido la pista, gracias también a quienes alguna vez estuvieron pendientes de cada escrito, y gracias a los que vendrán a embriagarse un poco con las letras de otra joven loca que se sueña a ser escritora.

Mundo de cabeza


¿por qué todo está tan de cabeza de repente? odio intercambiar noticias malas por buenas, no encuentro la puerta que me ha de conducir a las llaves perdidas. despierta hermosa niña y abre mi oscuro mundo con esa bella sonrisa. hay un vacío en mi interior que no comprendo. esa idea de desesperación que no entiendo, pero hoy no puedo llorar, llorar hoy no debo. sin embargo la salida está tan lejos. nada, no pasa nada, simplemente no entiendo. ¿por qué esos ojos fijos me ven tan sorprendidos? ¿por qué esos ojos fijos me ven con desconcierto? ¿por qué esos ojos fijos se quedan siempre fijos?

No eres bienvenido.

Construyendo otro monumento a mi ego. Bienvenido al paraíso conocido como infierno. Éste es mi vicio, éste es mi sitio, así que aquí se someten a mis caprichos. Lady Dead Angel y su Manicomio Mental, ¿te atreves a atravesar el portal? Visita conmigo ese sueño ideal, descubre la mentira tras ese mundo irreal, vislumbra tras un alma desesperada. Dead Angel - Azmavet too - Valkyria